Mataron a la mujer del pasma que hablaba con una cacatúa.
“Es una historia de Hollywood”
JAMES ELLROY
Robert Blake: pequeño y duro como el filete de un pobre. Un metro sesenta de nervios a flor de piel y devaneos con el delirio. Un hombre sin protección en el predio de las hienas. Una vida entera en el negocio de los farsantes para conseguir: el reconocimiento de una estrella de medio pelo, mesas en los restaurantes de segunda, el cortejo de las putas de mediana edad. Una vida entera en el negocio de los farsantes para NO conseguir: una estrella en Sunset Boulevard. Un turista de Biloxi, Mississippi, con un mapa de las mansiones de los famosos y una camiseta del Planet Hollywood dice: eh, tronco, ese es Baretta, el menda que hacía del pasma del loro. El tronco dice: a mí me molaban Starsky y Hutch. Una pava dice: eh, tía, ese enano hijoputa le pegó un tiro a su mujer. La tía dice: el puto O.J. Simpson, que le den lo que se merece al cabrón. La pava dice: ¿O.J. no es negrata? Robert Blake: pequeño y duro como un perno de resistencia y toda su vida en el negocio de los farsantes para acabar en las revistas del súper en la sección de los crímenes reales. El perno se pasa de rosca. Robert Blake parece un elfo en mitad de un colocón. Le metió un revólver en la boca a su primera esposa. A la segunda la mataron de un tiro a bocajarro. El fiscal está convencido que fue él. Robert Blake siempre lleva pipa. Robert Blake es un buen padre. Robert Blake sale en el show de Piers Morgan en la CNN con un sombrero de chulo de putas y dice chorradas y dice que es inocente. Cruza los brazos para pasar aún por un tío cachas. Parece, sin embargo, un bujarrón viejo. Joder, el tío tiene un Emmy. Joder, el tío tiene un Globo de Oro. El tío conmovió a Truman Capote. Tuvo su temporada y la tiró por el sumidero. Pudo ser el ángel de la autopista. Ahora es un elfo en mitad de un colocón en el reino de las hadas. Antes de todo fue Michael Gubitosi.
1933-1948: la infancia de Michael Gubitosi es una pura mierda: su padre James Gubitosi es hojalatero y es un trompas. James Gubitosi se entrompa y le zurra la badana a su hijo. Le encierra en un armario y le pone a comer en el suelo. El chaval tiene broncas en la escuela y le ponen en la calle por darse de hostias a diario con resultado de: una formación académica irregular. Interioriza una incapacidad para llorar con convencimiento. Su madre Lizzy Cafone le lleva a las pruebas del cine y el chaval empieza a salir en las pelis. Sale en una peli del Gordo y el Flaco. Sale en una peli de Tyrone Power. Sale en “El tesoro de Sierra Madre” haciendo de peladito que le pule un billete de lotería a Humphrey Bogart. Consigue un papel en el serial “La Pandilla”. Se cambia el nombre por el de Bobby Blake. Que le den por saco a James Gubitosi. Consigue un papel en el serial de vaqueros de Red Ryder. La Fundación de Jóvenes Artistas le da un premio. Es un remilgado y llora sin convencimiento.
1956-1978: la juventud de Robert Blake se sustenta sobre la evolución de niño prodigio a la búsqueda de su parcela al sol. Intermedio en la Armada. Su padre se pega un tiro. Que le den por saco al viejo curdas. Robert Blake entierra definitivamente a Michael Gubitosi. Toma clases de interpretación en la escuela de Jeff Corey. Intenta llorar con convencimiento. Se cree que es el puñetero Marlon Brando. Le ofrecen el papel de Joe Cartwright en “Bonanza” y les manda a paseo. Michael Landon tiene más olfato y empieza su carrera que culminará de ángel de la autopista. Robert Blake hace el rodaje en los seriales de vaqueros y sale en “Cisco Kid” y en “Laramie”. Sale de segundón en pelis decentes con Robert Redford y Gregory Peck. Sale de principal en mierdas de serie B de carreras de coches y macarras. Tiene suerte y se parece a Perry Smith el Asesino. Perry Smith: medio indio cheroqui, cojitranco y asesino de la familia Clutter. Truman Capote le convirtió en un mártir literario. Colgaron a Perry Smith para que Capote culminase su obra. Capote se sintió culpable por desear la muerte de Perry Smith. Robert Blake hace de Perry Smith en la película de Richard Brooks porque se parece a él como una gota de agua a otra. Truman Capote alaba su interpretación. Sale en la tele diciendo chorradas. Se las da de listeras. Dice: “Un asesino se convierte en asesino después de matar a alguien. Pero ¿qué es antes de llegar al corredor de la muerte? Es como tú y como yo”. Robert Blake: un sociólogo. Qué cojones sabrá él. La crítica le alaba. Ya es Marlon Brando. Quiere papeles en dramones de Tennessee Williams. Le dan papeles de piel roja, de espagueti y de cholito. Recoge el rédito de la timba y le dan la serie del pasma del loro. Baretta es un poli que habla con una cacatúa. Baretta oscila a la sombra de Starsky y Hutch. Le dan un Emmy y un Globo de Oro. No le dan dramones de Tennesse Williams. Robert Blake gestiona su frustración con azumbres de priva, con pirulas y con heroína. No le aguanta ni Dios. Es un enano fatuo cuando la autodestrucción ya no se lleva. Se casa con Sondra Kerr. Es mal marido. Es buen padre. Se divorcia de Sondra Kerr y le mete una pipa en la boca para pedirle la custodia de los hijos.
1995- 3 de mayo de 2001: Robert Blake el viejales baila con las pechugonas de la mansión Playboy. Tiene pinta de elfo de colocón. Lleva desde los cinco años en el tinglado. Hace malos en pelis de Wesley Snipes. Nadie se acuerda de Baretta. Se enreda con Bonnie Lee Bakley en un club de jazz. Robert Blake tiene 65 años. Bonnie Lee Bakley tiene 42 años. Bonnie Lee Bakley: choriza, rubia de bote, un aire a Bonnie Tyler, una zorra de pies a cabeza. Bonnie Lee Bakley se ha casado diez veces. Se hace fotos enseñando las tetas y se las manda a los puretas. Tiene un negocio de chantaje a viejos cachondos. Toda su vida orbitando alrededor del negocio de los farsantes para pescar una ganga. Ha intentado ligarse a: Dean Martin, Jerry Lee Lewis, Gari Busey, Sugar Ray Leonard. Le echó un par de polvos al hijo de Marlon Brando. Bonnie Lee Bakley ha chupado trullo por: endosar cheques falsos, posesión de pirulas y robo de tarjetas de crédito. Bonnie Lee Bakley y Robert Blake: la zorra rubia y el enano que va de vieja gloria. Bonnie Lee se preña. Robert Blake le propone un raspado. Bonnie Lee pasa del raspado. Robert Blake se hace la prueba de paternidad. No se fía una mierda. Bonnie Lee no sabe si el pendejo es suyo o del hijo de Marlon Brando. Robert Blake es el sembrador. Robert Blake es un buen padre. Se casa con la zorra y le dice: deja el negocio del chantaje a los puretas cachondos. Bonnie Lee Bakley sigue con su industria. Tiene enemigos. Se ha puesto un poco gorda. Robert Blake le dice a un colega: estaría mejor sin la zorra.
4 de mayo de 2001: el elfo y la zorra van a cenar al Vitello´s, un restaurante italiano de segunda. El Vitello´s tiene aparcamiento para los clientes, pero el elfo deja el coche a tomar por saco. Regresan paseando. El elfo dice que se le ha olvidado la pipa en el restaurante y deja a la zorra en el coche. A la vuelta se encuentra a Bonnie con un tiro detrás de la oreja izquierda y otro en la espalda. La zorra está lista. Robert Blake llora sin convencimiento. La pasma encuentra una Walther PPK en un cubo de basura. Las pipas del elfo están limpias. La Corte Suprema de California le mete a juicio. El menda se arruina contratando al abogado de Mike Tysson. El caso oscila a la sombra del de O.J. Simpson. Robert Blake siempre a la sombra, pequeño y duro y desamparado en el predio de las hienas. Sin estrella en Hollywood Boulevard. El jurado le absuelve y el fiscal Steve Cooley dice que los miembros que lo conforman son una banda de gilipollas. Robert Blake dice: creo que soy una especie de mutación. Vive del mogollón de la prensa amarilla. Guarda la esperanza de un gran papel antes de diñarla. Robert Blake: el pobre perno sin rosca con un frágil asidero a la cordura. El calco de Perry Smith el asesino. El pasma del loro, ¿te acuerdas?, el Baretta.
MARTÍN OLMOS